domingo, marzo 15, 2009

Infinitamente bostezable

 

Libra, ¡oh! mar libre, ¡gramante!

 

Y caminan, ajustan tus pasos instintivamente a los del otro. Cuando nunca antes se ha caminado junto a algún otro, cualquiera, suelen chocar los hombros. Es normal. Los dos lo notan y se sienten un poco torpes. Quizá lo sean. Deciden ignorarlo para no remarcar aún ese no-te-conozcoaun-que-pre-ten-da-lo-con-tra-rio pero entonces él hace una muy mala imitación de Charles Chaplin y ella se ríe un poco más por agradecer el buen intento que otra cosa, pero entonces tiene una visión de El Absurdo , por un instante y entonces se encuentra sonriendo sinceramente, para él, a la vez que se burla del Absurdo. Sabe que ha comprendido algo que es importante, pero no sabe que hacer con eso. Lo olvidará en 40 segundos, al doblar la esquina.

 

Se le hizo tarde. Casi una hora para ser exactos. con la cara roja compró el boleto de autobús. Se apresuró a sentarse en algún lugar vacío de esas salas incómodas. Estaba mirándole el culo a una de las niñas del equipo de basquetbol que estaba por ahí cuando miró el reloj de números rojos. Se sintió un poco sin aire. “Debo hacer ejercicio”, pensó. Después sonrió. El número le había hecho otra vez un guiño. En las siguientes 24 horas el número le sonrió en 4 ocasiones más.

 

En algún momento , mientras miraba a través del domo, aceptó para sus adentros que lo suyo podía resumirse en que estaba aburrido de ellas y sus querencias infinitamente bostezables y se alegró bastante de que fueran problema de algún otro, o de nadie.

No hay comentarios.: