lunes, julio 27, 2009

No soy el más indicado para hablar de eso.

Tendemos a darles más importancia de la que tienen aquellos afectos que no podemos exhibir ante los ojos de los demás. Nos ocultamos tras miradas distraídas. Procuramos no inmutarnos cuando decimos sus nombres. Los volvemos un secreto y por ello necesitamos de algún cómplice, alguien que entienda o al menos asienta y nos escuche pacientemente mientras balbuceamos explicaciones que nadie necesita.

Ese es el problema con el cariño que tú me tienes. Es imposible. Se rompe en el momento en que lo toco.

Pero al menos ese cariño que no puedes darme es solo mío. No necesitas ofrecerlo a otros, esperando que les quede mejor que a mí, como si fuera un suéter y le pusieras ese suéter peludo a cada uno de ellos. No buscas el gran amor en cada esquina. No vas por la vida entregando el mismo amor, el mismo suéter, a uno y a otro, esperando que alguno termine con tu búsqueda. De esa manera sólo llorarás por un hombre en tu vida y no por cada uno que pierdas, como ella, que se ha perdido en la angustia.

Pero no soy el más indicado para hablar de eso.




martes, julio 21, 2009

De pasadita

Todos pal morbo:

Sí, era el mas pinche fresa en todo el evento.(I know, eso es ya decir demasiado)

Sí , habrá más.

No, no me estoy comiendo a la nómina.

Casi pierdo el avión.

No, no hubo Jack Daniel´s, ni carne asada U_U

No, no me retorcí del calor, ni me deshidraté.

No, tampoco hubo quien me haya querido partir la madre.

No, no pienso eliminar virtualmente a ninguna persona, ni tampoco los pienso buscar.

No, no evito dar información por acá para hacerme el interesante. Simplemente si alguien quiere saber, que pregunte o de dos clicks por ahi.

Y sí, estoy contento. Lo cual shiakita identificó re bien cuando hizo notar mi mamonez.


Ya la carnita se las sirvo en otro rato, en cuanto pueda. Deveras.

martes, julio 14, 2009

Tu nombre no estará en el Libro de la Vida

suena: Marissa Nadler – No Surprises

Ahora resulta que si no agarro un pandero y me pongo a cantar , diosito no me va a invitar a su fiesta. Lo peor es que por todos lados hay santurrones que se sienten facultados para repartir redenciones y condena eterna a la menor provocación. Y sí, literalmente creen que hay un libro grande grande con los nombres de los salvados escritos en él. Que los muertos se levantarán y harán fila junto a los vivos esperando oír su nombre. Imagino a los vendedores ambulantes haciendo su último agosto en el final de los tiempos, porque eso va a llevarse un tiempo insoportable sin una silla a la mano y un raspado de grosella, de menos.

No vas a mi iglesia, no te aprendes interpretaciones de cajón que repiten ministros aquí y allá como merolicos, agitando sus biblias con anotaciones. No estudiar (o aprenderse como loro) “La Palabra” equivale a no creer en nada, anulando por sus barbas mis derecho legítimo a creer en lo que se me pegue la gana.

Era absurdo ofenderme por no estar invitado a la fiesta de un cabrón que no existe. El deseo de aceptación no me domina casi nunca. Me parece insultante, eso sí, que en su mayoría las personas tiendan a interpretar tan literalmente lo que tienen frente a sus narices, se trate de un libro de ficción, una nota , una sonrisa….

Me he declarado pastafari. No me visto de pirata, así que sería mas adecuado decir que aspiro a convertirme en uno.

-.-

Pero no sólo del Libro de la Vida somos excluidos. Las ganas de segregar hacen hervir la sangre de muchos y en este país discriminar es pasión de multitudes. Por eso yo no sé cual es la bronca con el requisito de visa para viajar a Canadá, siendo que hasta hace unos días cualquier pelado se podía ir a vivir unos meses a Vancouver, o cualquier culo de ciudad por aquellos lares, hasta que los invitaban amablemente a llegarle a chingar a su madre a su país de origen. Eso de experimentar la multiculturalidad no es mas que una forma de llamarle a la cata fálica de la que tu escuincla se volverá experta. Ahora por lo menos habrá que dar la piña de que vas a estudiar para que te dejen haraganear un rato en las monrealas, olvidándote un rato del quintoculo pueblo del que vienes…eso sí: cáete con esos ochocientos y algo. Lo malo es con los que ya están dentro. Ese país ya se volvió un trailer park.

.-

Pensando en libertades:

La comodidad está en aceptar los límites saludables, las relaciones sanas, el quedarse en casa, en tu reinado a crédito, esperando que tu felicidad dure tan solo un poco más para convencerte de ese para siempre.

Ah! y gracias por las porras.