domingo, mayo 24, 2009

Cuando vengan nos tomamos la foto del recuerdo

El tipo fregaba el piso con tinner. De vez en cuando platicaba algunas cosas que no recuerdo. Después me preguntó si faltaba algo y le señale todo el frente. Había pintura blanca pegada y el olor a solvente mareaba a dos metros. Le dije que si no preferiría salir a tomar un poco de aire.

-Todavía no acabo. Quiero ver el juego del Puebla.

-¿Eres poblano? Inquirí casi en automático.

-No, soy hondureño.


Ahí fue cuando se puso interesante la plática.


Me contó de cómo llegó a México a los 16 años, de sus partidos en la filial y su pretemporada con el primer equipo. Parecía que había contado la misma historia varias veces y estaba acostumbrado a que no le creyeran.

"Búscame en internet, para que veas que es cierto". Remataba de rato en rato. Le hice algunas preguntas sobre la plantilla de ese año, del presidente del club y de su dueño. Respondio acertadamente pero alguna jeta le habré hecho que incluso ofreció hacerle alguna llamada al Hobbit,

para que vea que era cierto


Que si el jugador que metió el primer gol, golazo en ese partido de primera ronda en el azteca fue su compañero en juveniles, que si su amigo de entonces fue a dar al Peñarol cuando el se vino a México y después fue al Parma.

-Pero me lastimé y ya no quedé

-De que jugabas?

-extremo

-izquierdo o derecho?

-derecho.


Será por aburrimiento pero decidí dar por hecho que lo que me contaba era cierto. De todos modos, uno es libre de generarse la versión de uno mismo que desee (véase House md, s05 season finale) así que terminé de escuchar cómo en el precalentamiento previo a ese partido contra Pachuca en el Azteca, sintió un tronido en la cara posterior del muslo. 5 minutos después de empezado el partido, un pique de 50 metros que terminó en desgarre y el primer cambio del Atlante. De ahí al quirófano y luego el olvido en la 1a A.

-Te enseño mi cicatriz

Y ahi estoy con un hondureño metido en la tienda con los pantalones hasta las rodillas enseñandome la marca del retiro.

-Ya metió otro gol el Puebla, le reportaba gracia a mi corresponsal poblana.
-Bien!

De pronto me dieron ganas de despacharlo rápido. Le pedí que me cobrara por su trabajo , pero el no se iba a ir sin antes contarme de sus planes de pedirle chamba a su amigo en Italia e invitarme a tomarme unas fotos del recuerdo cuando hubiera otro México-Honduras.

Terminó pidiendo 100 varos y se fue dando las gracias. Yo encendí uncigarro.

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