lunes, marzo 23, 2009

En la punta de la lengua

 

-Puedes retirarte. Después de todo, apenas y conociste a la familia de Samantha. Lindísimas personas todos. Sobretodo la abuela. Una delicia comer con ellos. Pero tú qué vas a saber, si apenas y conociste a la familia . Lindísimas personas todos.

 

-Él pide dinero , como tantos, en alguna esquina. Es viejo y apenas puede caminar, como muchos otros. Lo que sucede con éste viejito es que camina tan lento que no le da tiempo de regresar a una banqueta entre alto y alto. Además, está el metrobús y las órdenes de no detenerse. Así que el señor se queda en medio de los carriles con los ojos entrecerrados por el lamparazo que dan los coches por la noche. Esa vez se detuvo una H2 y le dio 10 varos, igual nosotros. Imagino que le irá relativamente bien, dado que sí sientes feo de verlo haciéndola de cono de la tercera edad, pero en qué jodidos se lo podrá gastar…….Entonces me entra una angustia que avergüenza, cuando me pregunto lo que será tener unos últimos días (o sus noches) atrapado entre cambios de luces del semáforo, con la mano extendida y sin poder ver nada a causa de una luz hostil…. entonces pienso que eso mismo hacemos todos, que el hôe es un viejo patético con razgos aniñados moviéndose hacia alguna voz amable y que un día será arrollado y entonces será un ser patético con sangre y excremento saliéndole por algunos orificios, anónimo, cubiertos sus razgos aniñados por algún trapo y, quizá, alguna se apiade y le encienda una veladora.

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